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jueves, 19 de octubre de 2017

ESTE VECINDARIO DONDE COMEMOS PECADOS


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




Ya puedes estar tranquilo, ya no hay que temer. Viajé hacia CERTEZA y puedo jurarte que todo esto no es más que un sueño, me estás soñando a mí. Lo que leíste sobre transverberación nunca fue escrito, lo que vociferó la guitarra de Hendrix nunca fue tocado, tu andar nunca fue caminado… ni siquiera tus dolores fueron sentidos nunca, tus retinas jamás miraron nada, las injurias y cobardías de Carlos M. Salazar Ramirez nunca fueron pronunciadas. Todo es irreal. Ya no debes preocuparte por si cuando no estés más aquí el mundo pueda ser o no diferente, porque nunca te irás… porque nunca estuviste AQUÍ…porque AQUÍ nunca existió… Porque todo es sólo el sueño de un soñador que nunca soñó. Allá afuera, sin más, hay un humo verduzco que carece de humareda y no tiene color.

 

Lo siento, loco mío pero debía decírtelo. Estoy cansado de no existir y tú te empeñabas en mantenerme vivo… Lo siento… Lo siento…





(Pieza única. Año 2010. Medidas: 80 X 57 cms. Precio $.600 dólares americanos)




lunes, 2 de octubre de 2017

DEDOS DEL ANGEL ARQ. Y LA ALIANZA CON LOS CABELLOS DEL SOL


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




Arañamos una fecha implorando al hacedor de hombres, al diseñador de vidas. Si hay magia, si hay la tentación de morir y renacer a cada instante, que desafinen en sus cantos las sirenas… pues se equivocaron de pregón. Que vengan esos días en color azul pastel, aquí aguardaremos sentados sobre estas frías rocas; hemos de entibiarlas pues serán el lecho donde un sueño ha de reposar…



  (Pieza única. Año 2011. Medidas: 80 X 57 cms. Precio $.600 dólares americanos)

martes, 12 de septiembre de 2017

RETORNARE AYER


IIustración y cuento de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




-Te traje hasta aquí. He sido tu guía entre la oscuridad, pero este umbral deberás atravesarlo solo. Allí dentro están tus demonios más recónditos y debes enfrentarlos en soledad. Esa oscuridad te pertenece; debes saldar lo que tengas pendiente con tus infiernos, yo esperaré aquí tu regreso.

 

Una lejana luz mortecina de color naranja era todo lo que quebrantaba la penumbra en que se sumía el lugar. Apenas si podía distinguir en siluetas las esferas irregulares diseminadas en la cercanía. Más allá, sólo la vasta lejanía perdiéndose en la negrura.

Arrastrando los pies, para facilitarse el tanteo de lo que pisaba, el “Buscador” fue deslizándose entre las esferas, algunas superaban la altura de sus hombros, y se estremecían, era evidente que contenían algo en sus entrañas.

La madre de los pánicos estaba haciendo presa de él, pero si había llegado hasta allí, no cabía la opción de detenerse. Debía continuar. Lo peor que podía ocurrirle era morir, y sin embargo estaba consciente que la muerte, por terrible que fuera, sería la antesala a su renacimiento.

Repentinamente reconoció aquel aroma que se le hacía familiar. Estaba en el ambiente, y rapidamente  invadió por completo sus pituitarias ¡Sí! Era la fragancia del “Éxtasis 69”, ese perfume barato que, con orgullo, Emérita solía aromatizar su piel.

Dio unos pasos a tientas, tratando de ubicar la procedencia del aroma, pero tropezó y cayó sobre una de las esferas, descubriendo que esta y las demás eran cascarones como de grandes huevos y estaban quebradas de tal forma que se podía acceder a su interior. Algo latente, con vida, había en su interior.

Quiso salir corriendo y huir, pero ¿hacia dónde?  Estaba completamente desubicado. No recordaba en qué dirección quedó el umbral por donde ingresó a ese extraño mundo. Entonces se contuvo.

La fragancia del “Éxtasis 69” se hizo más intensa. Moviéndose a gatas localizó su origen; provenía desde uno de los cascarones. Para qué otear al interior si igual no vería nada…

Largo rato estuvo allí, quieto, entremezclando su miedo y su curiosidad. La fragancia fue tornándose en un llamado feromonal, al extremo que el ingresar al cascarón se le presentaba como una urgencia.  No lo dudó, entró.

Lo que había en su interior, empezó a moverse agitándose en suaves ondulaciones que fueron rozando su humanidad, cada vez con mayor atrevimiento. Su dermis era suave y delicada, inquietante, perturbadora, y hasta excitante. Se recostó sobre lo que allí se meneaba y tuvo algo similar a una cópula. Fue tan intenso todo que luego cayó en un adormecimiento, pero consciente.

Desde su parálisis pudo percibir que estaba siendo devorado vivo por aquello que momentos antes le había proporcionado placer, como una amante. Quiso gritar pero no pudo. Su cuerpo estaba siendo mutilado a dentelladas, y él no podía moverse, ni su boca podía emitir sonido alguno, sólo le quedaba ver en siluetas el festín del cual él era el manjar. Luego… la nada.


Cuando volvió la luz, no consiguió recobrar ni el movimiento ni el habla. El guía introdujo en una de sus fosas nasales una pequeña cerbatana y por ella sopló algo que llegó hiriéndole, en su recorrido, hasta el mismo cerebro. Las convulsiones fueron aviso de que su cuerpo estaba allí ¡No había sido devorado! Tampoco había fuerzas para alegrarse, pero sintió alivio.

Alguien puso entre sus manos una patata recién cultivada que todavía tenía tierra húmeda pegoteada a su cáscara

-Abrigala, que ella se llevará el color gris de tu aura-

Luego le colocaron un paño sobre los ojos.  Lo último que escuchó fue:

 

 -Hoy lograste vencer. Mañana retornaremos al umbral puesto que aún te quedan muchas…batallas…contra…tus…de…mo…ni…oooooo…ssss…



(Pieza única. Año 2009. Medidas: 80 X 59 cms. Precio $.600 dólares americanos)

jueves, 31 de agosto de 2017

VERSOS EXTRAVIADOS


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




-Han puesto chasquidos de piedras, tintineo de monedas, voces de calumnia y mentira en mi camino. Intentan evitar que lleve a cabo la misión que se me encomendó: Entregar los mensajes que me dicto “EL GRANDE

*-¡No te quejes! Eres león, ellos… simples hienas. Por eso ríen cuando no amerita risas; envidian el brillo que te da la luz que estigmatiza a los diferentes; tu mirada les asusta, y tu ruido les perturba, pues no lo entienden…

- Pero… Soy el portavoz de un alarido que quizás no debió ser gritado aún. No sé si tenga fuerzas para continuar mi rol de eco…

*-Lo harás, lo harás… El camino que estás haciendo con tu andar, en su momento servirá de piso, para que los intolerantes de ahora retocen. El “SENDERO PARA VOCES MUDAS” ya tiene tus huellas.

- Déjame descansar.

*-¡No amigo mío! Debes levantarte ahora mismo y continuar; esas hienas quedaron atrás pero aparecerán fieras y envidias nuevas.



(Pieza única. Año 2011. Medidas: 80 X 63 cms. Precio $.600 dólares americanos)

viernes, 25 de agosto de 2017

EN LA SETA 17

IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




Aquí quedaste aguardando, sin siquiera saber que esperabas... más, esa ilusión fue tu motivo; esa luz al final de la escalera se empeñó en hacerte vivir ¿Ahora se apagó esa luz? ...No importa. Mientras pueda, día a día tomaré mis pinceles y dibujaré una bella sonrisa en tu rostro. Con ella intentaremos espantar la negrura y el mal olor de nuestros cubículos. Día a día pintaré tus labios en arco... aunque todo sea una farsa, sonreirás para mí… y ambos disfrutaremos lo fingido.



       (Pieza única. Año 2010. Medidas: 80 X 63 cms. Precio $.600 dólares americanos)

viernes, 11 de agosto de 2017

Video ¿DE DONDE VENIMOS, HACIA DONDE VAMOS?


Video Monólogo de Oswaldo Mejía





Monólogo sobre mi libre pensamiento acerca de nuestra procedencia y destino, para nada tengo, ni siquiera la menor intención de atacar o herir susceptibilidades con respecto a la fe y creencias religiosas de nadie. mi único afán es exponer mi libre pensamiento acerca del tema.