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jueves, 12 de septiembre de 2019

NUBARRONES DE CORDURA


Ilustración y prosa de Oswaldo Mejía.

 (Derechos de autor, protegidos)




Vino desde allí y va hacia allá… La sombra que proyecta sobre el piso jamás se borra, A su paso va dejando cicatrices en la mente de quien la mira. Sus senos amamantan a los hijos de los hombres con dolor, deseo, soledad y angustia; quien prueba de su sexo se inventa el temor a perderla y aunque su aroma es un constante olor a muerte, casi todos la desean.

Se detuvo aquí y no quise mirarla; previamente cosí mis parpados, no vi nada pero el aire se llenó de su sedosa piel blanca, lampiña y apetitosa; no vi nada pero escuché los cánticos de quienes se inmolaban siendo aplastados por su cortejo; no vi nada pero la oí reír con esa risa de burdel que dista de plantear alegría y a cambio propone satírica burla.

Cuando rompí las costuras de mis ojos pude ver las andas alejándose y sobre ellas a la Redentora. Se auto-complacía con caricias que recorrían sus partes más íntimas, sexo que supo, con generosidad entregar… más también ella deseaba proporcionarse gozo y de sus entrañas extraía doradas monedas que arrojaba dejando a su paso una estela de tentación. Intenté recoger unas de esas monedas pero estas quemaron mis manos; entonces di media vuelta y caminé en sentido contrario.

Ahora re-ando lo por ella caminado y con estas manos chamuscadas devuelvo la visión a los ciegos, sano heridas y hago caminar a los paralíticos. Ellos vienen tras de mí pues saben que aunque no haya agua, si los toco, lavaré sus recuerdos; y del paso de la Redentora nadie volverá a hablar jamás pues en mi rebaño sembré la amnesia eterna.

Bien, queridos alumnos, la historia que les acabo de narrar está aquí, en este gran libro incapaz de contener ni una letra, pues todas sus hojas están y estarán en blanco por toda la eternidad. Gracias por su atención…



 (Pieza única. Año 2012. Medidas: 80 X 52 cms. Precio $.600 dólares americanos)


lunes, 31 de diciembre de 2018

LOS TRAUMAS PSICOLÓGICOS


Video Monólogo (O. Mejía)




Monólogo sobre la determinante tragedia de los traumas psicológicos en el ser humano ...La forma como posiblemente pueden afectarnos, y también las posibilidades de revertir en alguna medida, sus efectos devastadores, los cuales suelen bestializar a muchos, que naciendo humanos, extravían esa condición mientras transitan por esta vida.



                                   

jueves, 8 de febrero de 2018

APRENDIZ DE ANGEL

IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)





*-Dime, mi fiel consejero ¿Qué tienes para mí?

**-¿Sabes que estas criaturas tienen adheridas a su esencia, una extensa variedad de vidas animales? Mas casi todas ellas resultan inútiles y hasta contraproducentes a nuestros propósitos, mi Señor… A nosotros nos interesa que su rango de acceso prioritario sea apenas entre el felino y el perro que llevan dentro.

*-¿De que hablas anciano demente?

**-Para que tú, como gobernante y yo como la voz de tu conciencia tengamos larga vida, a estas criaturas debemos limitar su naturaleza totémica a perro y gato; neurótico y psicópata; el lleno de culpas y remordimientos… y el inescrupuloso. A ambos los haremos relevantes si ponemos en sus manos lo que llamaremos religión. Con ello te convertiré de Rey a Dios; y yo seré el intermediario entre ellos y tu divinidad… Yo seré el Guardián de la fe.

*-El perro y el gato... El lleno de culpas y el inescrupuloso… Tiene sentido. Dime ¿Y nosotros dos, qué sitial ocupamos en ese rango? ¿Somos perro o somos gato?

*-Mi Señor, nosotros no nos metamos en ese saco. Tú y yo, desde ahora, somos divinos… ¡Je-je-jeeeeeee…!



   (Pieza única. Año 2012. Medidas: 80 X 57 cms. Precio $.600 dólares americanos)




martes, 12 de septiembre de 2017

RETORNARE AYER


IIustración y cuento de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




-Te traje hasta aquí. He sido tu guía entre la oscuridad, pero este umbral deberás atravesarlo solo. Allí dentro están tus demonios más recónditos y debes enfrentarlos en soledad. Esa oscuridad te pertenece; debes saldar lo que tengas pendiente con tus infiernos, yo esperaré aquí tu regreso.

 

Una lejana luz mortecina de color naranja era todo lo que quebrantaba la penumbra en que se sumía el lugar. Apenas si podía distinguir en siluetas las esferas irregulares diseminadas en la cercanía. Más allá, sólo la vasta lejanía perdiéndose en la negrura.

Arrastrando los pies, para facilitarse el tanteo de lo que pisaba, el “Buscador” fue deslizándose entre las esferas, algunas superaban la altura de sus hombros, y se estremecían, era evidente que contenían algo en sus entrañas.

La madre de los pánicos estaba haciendo presa de él, pero si había llegado hasta allí, no cabía la opción de detenerse. Debía continuar. Lo peor que podía ocurrirle era morir, y sin embargo estaba consciente que la muerte, por terrible que fuera, sería la antesala a su renacimiento.

Repentinamente reconoció aquel aroma que se le hacía familiar. Estaba en el ambiente, y rapidamente  invadió por completo sus pituitarias ¡Sí! Era la fragancia del “Éxtasis 69”, ese perfume barato que, con orgullo, Emérita solía aromatizar su piel.

Dio unos pasos a tientas, tratando de ubicar la procedencia del aroma, pero tropezó y cayó sobre una de las esferas, descubriendo que esta y las demás eran cascarones como de grandes huevos y estaban quebradas de tal forma que se podía acceder a su interior. Algo latente, con vida, había en su interior.

Quiso salir corriendo y huir, pero ¿hacia dónde?  Estaba completamente desubicado. No recordaba en qué dirección quedó el umbral por donde ingresó a ese extraño mundo. Entonces se contuvo.

La fragancia del “Éxtasis 69” se hizo más intensa. Moviéndose a gatas localizó su origen; provenía desde uno de los cascarones. Para qué otear al interior si igual no vería nada…

Largo rato estuvo allí, quieto, entremezclando su miedo y su curiosidad. La fragancia fue tornándose en un llamado feromonal, al extremo que el ingresar al cascarón se le presentaba como una urgencia.  No lo dudó, entró.

Lo que había en su interior, empezó a moverse agitándose en suaves ondulaciones que fueron rozando su humanidad, cada vez con mayor atrevimiento. Su dermis era suave y delicada, inquietante, perturbadora, y hasta excitante. Se recostó sobre lo que allí se meneaba y tuvo algo similar a una cópula. Fue tan intenso todo que luego cayó en un adormecimiento, pero consciente.

Desde su parálisis pudo percibir que estaba siendo devorado vivo por aquello que momentos antes le había proporcionado placer, como una amante. Quiso gritar pero no pudo. Su cuerpo estaba siendo mutilado a dentelladas, y él no podía moverse, ni su boca podía emitir sonido alguno, sólo le quedaba ver en siluetas el festín del cual él era el manjar. Luego… la nada.


Cuando volvió la luz, no consiguió recobrar ni el movimiento ni el habla. El guía introdujo en una de sus fosas nasales una pequeña cerbatana y por ella sopló algo que llegó hiriéndole, en su recorrido, hasta el mismo cerebro. Las convulsiones fueron aviso de que su cuerpo estaba allí ¡No había sido devorado! Tampoco había fuerzas para alegrarse, pero sintió alivio.

Alguien puso entre sus manos una patata recién cultivada que todavía tenía tierra húmeda pegoteada a su cáscara

-Abrigala, que ella se llevará el color gris de tu aura-

Luego le colocaron un paño sobre los ojos.  Lo último que escuchó fue:

 

 -Hoy lograste vencer. Mañana retornaremos al umbral puesto que aún te quedan muchas…batallas…contra…tus…de…mo…ni…oooooo…ssss…



(Pieza única. Año 2009. Medidas: 80 X 59 cms. Precio $.600 dólares americanos)

jueves, 31 de agosto de 2017

VERSOS EXTRAVIADOS


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




-Han puesto chasquidos de piedras, tintineo de monedas, voces de calumnia y mentira en mi camino. Intentan evitar que lleve a cabo la misión que se me encomendó: Entregar los mensajes que me dicto “EL GRANDE

*-¡No te quejes! Eres león, ellos… simples hienas. Por eso ríen cuando no amerita risas; envidian el brillo que te da la luz que estigmatiza a los diferentes; tu mirada les asusta, y tu ruido les perturba, pues no lo entienden…

- Pero… Soy el portavoz de un alarido que quizás no debió ser gritado aún. No sé si tenga fuerzas para continuar mi rol de eco…

*-Lo harás, lo harás… El camino que estás haciendo con tu andar, en su momento servirá de piso, para que los intolerantes de ahora retocen. El “SENDERO PARA VOCES MUDAS” ya tiene tus huellas.

- Déjame descansar.

*-¡No amigo mío! Debes levantarte ahora mismo y continuar; esas hienas quedaron atrás pero aparecerán fieras y envidias nuevas.



(Pieza única. Año 2011. Medidas: 80 X 63 cms. Precio $.600 dólares americanos)

sábado, 3 de junio de 2017

60 MINUTOS POR SEGUNDO


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)






Al caer la tarde, debo asegurarme que ambos estemos aquí, pues si faltásemos tú o yo, este sueño no podría estar completo. Yo, porque tengo que soñar y tú, porque debes espectar lo que estaré soñando.



(Pieza única. Año 2012. Medidas: 80 X 50 cms. Precio $.600 dólares americanos)