No importa si estás al otro extremo… tú siempre estás. La
lejanía es apenas un detalle; las puertas siempre se hallan abiertas aguardando
nuestra sincera desnudez. Mis dedos siempre alcanzan los tuyos, y tomados de la
mano, siempre es posible retozar entre aquel fantástico jardincito que llenamos
de flores, árboles y frutos, pintados a mano con las temperas que fluyen de
nuestra sinrazón.
Cómo obviar oír tu voz si mi norte lo vas indicando tú, si
aquel delirante farol que esgrimes en tu diestra es el que sopla las velas de
mi navío extraviado y ciego.
Si no puedo esquivar las piedras, tú las convertirás en risas pues mi ángel involuntario eres.
El Artista mayor te envió…
(Pieza única. Año 2011. Medidas: 80 X 53 cms. Precio $.600 dólares americanos)