Muestra de parte de mi obra pictórica sobre mi propuesta
plástica Surreal erótica, aunque yo preferiría llamarla automatismo
subconsciente. El vídeo ha sido editado con la música correspondiente al track
"Cierren puertas los de atrás", canción de mi autoría en composición y
arreglos musicales, así como en la ejecución de la guitarra líder, junto a mi
otrora banda "Brebaje".
domingo, 21 de mayo de 2017
CIERREN PUERTAS LOS DE ATRAS
viernes, 5 de mayo de 2017
LOS DUENDES SUEÑAN EN COLORES PASTEL
Ilustración y cuento de Oswaldo Mejía
Cap. 7 del libro "Delirios del Lirio"
(Derechos de autor, protegidos)
Esta noche es una noche muy pero muy especial, desconcertante
y pletórica de sensaciones y emociones, como esas que punzan y arañan nuestra
sensibilidad, la misma con la que he convivido por cinco siglos y medio pues
alguien, el mismo día que nací, me la grabó en la frente, con un hierro
caliente al rojo vivo, y por tanto, no puedo ni podré desprenderme de este
estigma.
No entiendo si por error o castigo, se me destinó habitar en
este mundo poblado de arpías, chacales, borregos, cerdos y asnos parlantes,
situación que sólo puede ser soportada si uno es un perfecto idiota o un
mitómano consumado. Como estoy convencido de que la perfección es inexistente,
al menos en este plano astral, no me queda otra que pensar en la alternativa de
que soy un magnífico mitómano… y debo serlo pues todo el tiempo que llevo
andando por estos polvorientos senderos, los transité creándome las mentiras
más inimaginables; tan convincente fui al concebirlas que yo mismo terminé
creyéndolas como si fueran una verdad palpable y absoluta.
Debo contarte algo ¿Sabes que debido al estigma de ser
portador de esta maldita sensibilidad no me quedó otra elección que sublimizar
mis traumas pariendo arte? ¿No lo sabías, verdad? Pues fue así, eso me
convirtió en el lobo solitario que aquí ves, saturado de tristeza y con el
rostro cubierto por una careta que lleva grabada una sonrisa que yo mismo
dibujé con la tinta indeleble de mi auto-engaño. He vivido repartiendo alegría
y esperanzas entre los demás animales que me rodean y sin embargo fui y soy
incapaz de prodigarme a mí mismo una pizca de sosiego.
Esta noche, tal como te dije, es muy especial para los
borregos, las arpías, chacales, cerdos y asnos pues masivamente, festejan el
nacimiento de un redentor del que ni
siquiera están convencidos que los vaya a redimir pero es un buen motivo para
festejar y atiborrarse de comida y bebidas espirituosas, lo cual no les proporciona
felicidad pero sí placer, además de garabatearles ese rictus en sus hocicos,
mueca que ellos interpretan como sonrisas.
La arpía con la que comparto mi caverna y una mutua
repulsión, tuvo la visita de otro pajarraco, su hermana. Llegó con unas botellas
que contenían un brebaje -me parece
haber leído en las etiquetas de dichas botellas, la inscripción “Orines
de Lucifer”-. Cuando la micción que bebimos empezó a hacer estragos, ellas
recomenzaron a parlotear incoherencias y a realizar remedos de danzas bajo la
luz de la luna, fue entonces que decidí largarme, no estaba a gusto allí,
quería apreciar otros aires.
Una vez fuera, recordé que hace tiempo que mi pata derecha
trasera se rehúsa a seguir acompasadamente a mis otras tres patas pero igual me
fui, rengueando, sí, de todos modos me fui. Por donde circulaba sólo veía
animales obnubilados que sonreían estúpidamente, con una euforia desmedida
debido a la generalizada ingesta de las bebidas “espirituosas”, contrastando
con la lucidez que me confería mi aflicción. Mi ángel de la guarda no se fue de
vacaciones, simplemente cesó su función… y yo le extrañaba en demasía. Se fue
diciéndome “Ya cumplí mi ciclo. Vendrán otros que cuidarán de ti de aquí en
adelante”
Entre mis pasos desacompasados, mis soliloquios y algunas
lágrimas, me topé con una casucha iluminada donde expendían los “Orines de
Lucifer”. Sólo tenía la mitad de una moneda que celosamente guardaba en mis
fauces para no perderla; con ella pagué por una botella de la infernal micción
y empecé a beberla, solitario y de pie. La botella sería mi fiel compañera
mientras en su interior hubiera algo de líquido, aunque me torturaba saber que
la bebida no tardaría en agotarse.
Me encontraba ensimismado con mi botella que iba vaciándose
lentamente cuando de repente, apareció un cerdo ebrio. Dijo que me conocía, que
me apreciaba muchísimo y otras tonterías que ya ni recuerdo. Claro que como yo
soy un viejo lobo, no un asno, enseguida me di cuenta que aquel cerdo ebrio de
cara burlona, lo único que deseaba era que le invitara un poco de lo que yo
estaba bebiendo. Siempre tuve la convicción de que una cuota de veneno no se le
niega a nadie, así pues, compartí con él un sorbo y le pedí con mucha
amabilidad que se largara, que no interrumpiera más la conversación que tenía
conmigo mismo. Necesitaba desahogarme contándome cuánto necesitaba a mi otrora
ángel guardián.
El cerdo me agradeció y se fue dibujando serpenteantes “eses”
con su andar, encaminándose hasta un rincón donde libaban un chacal y un asno.
Me desentendí de él y los otros y volví a sumirme en mis penas y añoranzas.
-Ángel mío ¿Cómo voy a
olvidarte si de todo lo que me enseñaste me faltó aprender a vivir sin ti?
Así de ensimismado estaba cuando de pronto llegó a mis oídos
el escandaloso eco que ocasionaba una trifulca proveniente del rincón hacia
donde se había dirigido el cerdo ebrio de mirada burlona. Giré mi cabeza para
ver qué ocurría y alcancé a verlo. El cerdo estaba panza arriba, pataleando en
el piso; una certera coz del burro le
dio en la cabeza dejándolo instantáneamente quieto, cual si fuese un cadáver.
Inmediatamente, movido por mi naturaleza impulsiva, en dos brincos llegué al
lugar. El cerdo estaba quieto, privado de casi todas sus facultades, apenas si respiraba levantando polvo en cada exhalación.
El asno y el chacal me observaban desafiantes. Yo los miré,
hice rechinar mis colmillos y gruñí:
-Malditos desgraciados ¿Por qué hicieron esto?- Dije con tono
de amenazante reclamo.
-No te metas en esto, imbécil. En este mismo instante podría matarte
de una patada si quisiera- Sentenció el asno.
-Lárgate mientras puedas, estás muy lejos de tu territorio,
aquí no te daremos explicaciones- Acotó el chacal.
-¿Acaso creen que pertenezco a algún lugar? Soy un lobo y por
tanto soy lo que soy donde voy y donde estoy- Fue lo último que expresé antes
de que comenzara la pelea.
El asno comenzó a brincar y dar volteretas amenazando con
golpearme con sus patas; yo lo esquivaba y de vez en cuando lograba darle una
dentellada. La situación se prolongó invariablemente por no sé cuánto tiempo,
hasta que sentí un dolor lacerante en mi anca derecha. Instintivamente volteé y
vi una herida profunda en mi muslo, sangraba copiosamente. El chacal me había
mordido a traición. Quise retomar mi defensa contra las amenazantes patas del
asno pero fue muy tarde, cuando reaccioné ya venía la coz directamente a mi
sien izquierda. Alcancé a ver un destello y luego…la nada.
Al despertar me hallaba recostado en mi cama. Mi apariencia
era la originalmente humana. Sentía todo el cuerpo dolorido. Me quise levantar
y fue entonces que reparé en mis sábanas manchadas de sangre ¡Claro! Tenía una
gran herida en la cadera. No comprendía cómo había ocurrido. Me senté sobre mi
cama y… allí, en el piso, distinguí cuatro plumas blancas. En ese preciso
instante entró a mi dormitorio la esposa con la que Dios me condenó a convivir.
Tenía las manos en la cintura y mirándome con ojos que destilaban odio,
vociferó:
-¿A dónde mierda te fuiste anoche?- No le contesté… Si ni yo
mismo sabía dónde estuve.
Mi ángel siempre me decía “No te preocupes si te olvidas de
algo, yo tengo suficiente memoria para
almacenar todos tus recuerdos”
Pero ahora… él ya no está ¿Quién será el guardián de mis
memorias perdidas?
jueves, 20 de abril de 2017
Video NIMROD, EL GRAN CAZADOR
Monólogo sobre una historia alucinante, con la cual, para
nada tengo, ni siquiera la menor intención de atacar o herir susceptibilidades
con respecto a la fe y creencias religiosas de nadie. Mi único afán es narrar y
poner sobre el tapete hechos que nos estimulen al análisis, y nos puedan
liberar del yugo del pensamiento dogmático.
sábado, 15 de abril de 2017
UNA PORCION DE LAGRIMA
Sólo soy el portador del mensaje. Quien me utiliza de
mensajero, es el que ha embarazado mi mente con estas fantasías que debo parir
incesantemente, una a una, para hacer posible las visiones del alma que cada
ser humano lleva dentro.
lunes, 3 de abril de 2017
RODIN FUE POR CIGARROS
No sé quién ni qué soy, no sé cómo llegué aquí, pero me ha
tocado ser testigo de lo que en este lugar ocurre. Quiero contarles y hacerles
partícipes de lo que he podido ver. Vengan y echen una mirada a este mundillo
raro y retorcido que anida dentro de mí, muy dentro de mi subconsciente.
jueves, 16 de marzo de 2017
SOY QUIEN FABRICA LA LAGRIMA
Ilustración y prosa de Oswaldo Mejía
(Derechos de autor, protegidos)
Trotando en su candidez, Florymiel retoza tomada de la mano
del hombre de arcilla, el gigante de andar silencioso, el tierno titán de
mirada triste y sonrisa de niño. Unos pasos y al cobijo de la seta cómplice, él
lame sus graciosas orejitas de asno. El gigante de arcilla, con sus dedos de
pajarillo rasga las sedas con delicadeza, mientras a lo lejos las crisálidas
anuncian el reptar del brutal vendaval. Aullidos, gemidos… la aspersión
humedece la noche.
Por la mañana el globo amigo verá reverdecido su jardincito y
mientras desayunan… los tres reirán.
Soy la semilla que estimula florecer la jungla.
Soy la mano que acaricia el lomo de tus turgencias.
Soy el resplandor que entreabre tus parpados.
Soy quien a tus labios arrancó un “¡Oh!”
Por la tarde, el globo amigo llorará sin cesar. Florymiel y
el gigante de arcilla, con un “ADIOS” que ninguno pudo pronunciar, cruzaron el
umbral… y con sus aullidos y gemidos se fueron a regar otros jardines. El globo
amigo quedó abrazado a su soledad, cantando el recuerdo de un desayuno con tres
risas que nunca más se repetirán.
miércoles, 1 de marzo de 2017
REVUELCATE EN TU CRIPTA CENSURADOR
No hubo más que oídos ciegos mientras el hijo de la luz
tarareaba un estribillo bobo. Se había sentenciado un recorrido llano y
la musa reclamaría egoísmo.
Aunque procuró no desafinar, las lágrimas surcaron mejillas
exentas de dedillos que las contuvieran. Cada lágrima vertida humedecía roca
estéril.
Un cristal seguido de otro embrionaron resignación y abonaron
marcas de abducción que se tornaron apéndices ¿En qué momento se volvieron
remeras? No lo sé…Pero ahora el hijo de la luz tiene las valijas llenas de alas
que ansían nubes donde reposar.
¿Ves que es muy fácil matar un ángel?
Más el hijo de la luz modeló su pánico y ya está listo para
viajar.
Vino solo, tarareó solo, y solo empezó a aletear.
¿Por qué no aguardaste mi regreso, hijo de la luz?
jueves, 23 de febrero de 2017
PAT AGUJEREÓ MI ALMA
Cabalgo desnudo entre la confusión.
Si quiero rascarme, no tengo cuerpo.
Si quiero llorar, no tengo ojos.
La musa de mi canto es la desesperación.
¡Locoooooooooooo!
Tu demencia soy, cógete de mí mano.
Cargando mis pellejos, camino hacia atrás.
Rodé por un embudo, estoy loco a rematar.
La noche es más espesa, ha huido el resplandor.
Estos gritos silenciosos han quebrado mi razón.
¡Locoooooooooooo!
Tu demencia soy, y he regresado por ti.
martes, 14 de febrero de 2017
SE HAN AGOTADO LAS ALAS PARA ANGELES
Te necesito…
Sin importar quién eres;
Basta con que seas capaz de edificar un sueño.
¿Sabes? Ya no estaré triste.
Volví a escuchar la más dulce y deliciosa mentira:
“De aquí, hasta la eternidad”.
Sólo vine por un instante a mirar tu figura.
Y me diste más…
…La promesa de una vida lamiendo tu piel,
Y con esa ilusión, podré vivir la eternidad de este día.
domingo, 29 de enero de 2017
ITINERARIO PARA OLVIDAR
Ilustración y cuento de Oswaldo Mejía
Cap. 6 del libro "Delirios del Lirio"
(Derechos de autor, protegidos)
¡Amigo mío, despierta! ¿Quieres soñar lo mismo que estoy
soñando?
¿Ves aquellas luces hiriendo la negrura de esta noche que se
me antoja como antesala de malos presagios? ¿Ves aquella nave que acaba de
descender? Está cargada de jaulas que
contienen seres muy tristes. No alcanzo a verlos con nitidez, pero calculo
varios centenares de ellos. Su tristeza es tan grande que la percibo en el
viento, tienen aroma a miedo y desconcierto.
Ahora sí puedo distinguirlos. Están vestidos de blanco y
llevan un colgajo rojo pendiendo de sus frentes... ¿Los ves? Los que los arrean
son muy diferentes, son los que poseen mandiles amarillos y guantes color
naranja. Parecen no tener sentimientos ni remordimientos. No me equivoco, son
crueles… Esos huelen a muerte.
¿Qué pensarán hacer con todos aquellos seres tan apenados?
Los han separado en grupos, formando filas. Escasamente logro ver sus ojos en
los laterales de sus rostros, no los veo claramente pero percibo que en ellos
no hay lágrimas, sólo desconcierto, soledad y temor, pero todo lo asumen.
“¡Que estupidez más grande! La vida nunca deja de ser una
broma cuyo único objetivo es burlarse de nuestra mísera condición de esqueletos
recubiertos de músculos y huesos. Consigues harta y sabrosa comida cuando ya
eres un viejo al que los médicos le prohibieron comer salado, dulce ni
condimentos; y para rematar, ya no tienes dientes. Si hasta logras tener éxito
luego que mueren tus padres y entonces no hay nadie detrás de ti que pueda
sentirse orgulloso de tu triunfo… Quisiera reírme pero no puedo, esto duele.”
Perdona si me desvié del tema, pero me conoces de sobra;
sabes que soy muy desordenado cuando me sumerjo entre los límites de la
realidad y la fantasía.
Estoy acompañado de ti, soñando despierto, agazapados frente
a un espectáculo de esta magnitud y no podemos compartir la visión pues no eres
más que un osito de peluche azul al que se le cayeron los botones que fungían
de ojitos pero bueno, aunque no puedas ver nada, al menos puedo invitarte a acompañarme a mi sueño… o a mi pesadilla.
¡Dios mío! Los arreadores, los de mandiles amarillos y
guantes color naranja están aporreándoles en la cabeza a los seres tristes de
la primera fila. Uno a uno va cayendo, abatidos por los certeros golpes que
esos desgraciados descargan sobre su nuca.
¡Esto es horrible!
Muchos sangran profusamente por la nariz y la boca, retorciéndose en
interminables estertores; creo que algunos han defecado pues sus traseros,
repentinamente aparecen manchados de una viscosidad gris verdusca.¡
Esto es una barbarie! Mientras sus cuerpos son arrojados en
ese enorme perol lleno de agua hirviente, aún continúan convulsionando. No sé
si pueda soportar permanecer en la expectación de tamaña brutalidad. El agua
hirviente disuelve los ropajes blancos de los agonizantes seres tristes y una
vez completamente desnudos y muertos, son halados por otro grupo, también de
mandiles amarillos y guantes color naranja. Para ello se valen de esos filosos
garfios que parecieran ser la prolongación de sus extremidades, por la habilidad
con que desarrollan su macabra labor.
¡Maldición! Están
despanzurrándolos a la vez que tragan con avidez sus tripas y vísceras para
luego colgar los cadáveres de esas vigas de metal brillante mientras la matanza
continua con los de las filas siguientes. Los seres tristes miran todo pero
ninguno protesta ni se resiste. Pareciera que todos ellos tuvieran untada en el
alma la convicción de que fueron creados con el único propósito de cumplir este
designio ¿O es que Dios, o quien sea que los creó, sólo instaló en sus cerebros
tristeza y desconcierto y ni una pizca de entendimiento?
¡Amigo mío, creo que los de mandil amarillo y guantes color
naranja nos han visto! ¡Están mirando en esta dirección! ¡Están señalando hacia
nosotros! ¡Dios, vienen hacia aquí! ¡Nos han visto! ¡Larguémonos!
¡Maldita sea! Estas ramas y el follaje nos impiden alejarnos
más de prisa. Los muy desgraciados se mueven muy de prisa. Están cada vez más
cerca.
¡OH, Dios! ¿En qué
momento se me cayó Osito azul? Debo volver por él, tengo mucho miedo pero no
puedo dejarlo, es mi inseparable amigo, no puedo dejarlo en manos de esos
carniceros.
La enmarañada vegetación me confunde y no logro ubicar la
ruta por donde vine. Debo hallar pronto a mi amiguito…
¡OH, no! Pobre Osito… Llegué tarde. Lo encontraron esos
asesinos de mandil amarillo y guantes color naranja… También a él lo están
despanzurrando y devoran el relleno de sus entrañas. Se le cayeron los botones
que tenía por ojitos y sin embargo puedo sentir cómo me mira desde el alma al
tiempo que desde su hociquito me lanza
gritos silenciosos pidiéndome que me ponga a salvo -“Vete, huye, mi destino
está escrito pero por favor, déjame marchar en paz sabiendo que estás a salvo”-
No sé si fue mi imaginación, mas les juro que vi ese acuoso
salitre bajar por sus mejillas. No quería abandonarlo pero tampoco negarme a su
pedido. De todos modos, su suerte estaba echada… Hubiera sido inútil intentar
rescatarlo.
Corro, corro…corro sin parar. Me están siguiendo esos
desalmados asesinos. También deben estar ávidos de mis entrañas, creo que me
quieren engullir. No paro de correr, la adrenalina que me genera el pánico me
permite marchar incansablemente buscando alejarme de quienes, imagino, me
persiguen.
Corro, corro…corro sin parar…
Cuando siento que mi corazón y pulmones amenazan con
estallar, voy menguando mi andar, cada vez más lento... más lento… Me pesa el
cuerpo, me pesa el alma… Tengo los brazos caídos y arrastro los pies… No puedo
respirar…me estoy…ahogando… caigo de rodillas y me llevo las manos a la garganta…
Mi conmoción es insoportable… siento una terrible irritación en la garganta…
¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
Meto los dedos en mi boca y descubro que hay un cuerpo
extraño que se extiende desde mi laringe hasta rozarme la lengua. Lo extraigo
y… ¡Pero si es una pluma blanca! ¡Está empapada con mi saliva! No comprendo
cómo llegó a mi garganta pero ahora me siento mejor, me parece que estoy a
salvo a pesar de que la congoja no me abandona… hui dejando morir solo a Osito
azul; soy un cobarde… si bien yo le escuché decirme que me fuera, que me
pusiera a salvo…no debí hacerlo ¿Qué haré sin mi Osito azul? ¿Cómo continuar el
destino convenido si me falta él?
…Vaya; creo que todo fue una pesadilla…
¿Pero dónde está Osito azul?
¿…Y esta pluma blanca…?
viernes, 20 de enero de 2017
RAPSODIA DE MANOS MUDAS
"Soy un ARTISTA. Por ello tengo el rol imperativo y la
facultad de inventar sueños, inquietar sensibilidades y crear mundos
alternativos en las mentes de quienes asisten a la convocatoria de mi
propuesta"...
*-¡¿Le vamos a permitir que nos contamine con su magia?!
¿Dejaremos que mordisquee nuestras mentes con sus toxicas
fantasías?
¡…Maldito embustero que pretende hacernos creer que puede
fabricar universos con papel; con humo…con palabras…!
¿No es más fácil apedrearle y silenciar de una vez por todas,
sus predicas sobre humanizar al reptil que llevamos dentro?
¡Él es tan infeliz como nosotros!
…Sólo que el muy desgraciado, mira hacia arriba; y allí
encuentra la inspiración para proclamarse “UN DIFERENTE”.
viernes, 13 de enero de 2017
PLEGARIA POR EL ORATE QUE DUERME DE CABEZA
rebobina tu andar y guarece tus escamas entre la niebla.
Otros necesitan de mi espejito.
viernes, 30 de diciembre de 2016
PEROL DE IDEAS SUELTAS
Llévame hacia esos lugares que dices, esos donde las flores
son pintadas con lápices de colores y sus aromas provienen del aliento de bocas
de miel y labios entreabiertos. Llévame allá, donde los faunos voyeristas
atisban las caricias que prodigan las manos ansiosas; quiero ver esos dos soles
que dan doble alegría a los pliegues de las pieles desnudas.
¿Podrías preparar sopa con esas piedrecillas azulinas que hay
por doquier? ¿O sólo quieres que nos llenemos de viento y tiempo? Alguien me
dijo que es bueno para exfoliar el alma…
Llévame a esos lugares que dices, donde las frutas tienen
alitas de sedas y tules que vienen hacia tus manos adiestrándote para que me
acaricies cuando estoy en celo. Llévame allá donde la noche cómplice permite el
tanteo de tu estremecimiento; quiero correr desbocado por entre tu vientre,
hurgando el cóncavo de tu cordura que tu deseo me ha de ofrecer.
¿Acaso piensas que si nos vestimos de ilusión nos importará
el que nadie nos mire? ¿O crees que por cantar desafinado dejen las estrellas
de brillar? Vine por un mimo y me quedé en ti.
Llévame hacia esos lugares que dices.
Llévame hacia allá.
Si ves que no camino de prisa, lleva a mi mente a pasear…