Pasaron días, pasaron noches; hubo días soleados, pero más de
los otros… sin embargo, la luz no pronunció palabra alguna. Hay veces en que
las lágrimas son desplazadas por la razón, entonces es el momento de virar el
rumbo y buscar esa misma voz, pero en otros labios.
sábado, 2 de noviembre de 2019
PERDÍ MI LUCIÉRNAGA CELESTE
miércoles, 29 de noviembre de 2017
SETENTA VECES SIETE
¡Corre, corre! ¡Corre, TIEMPO! No pienso hincarme a esperar
tu tiranía, no tengo prisa, pero no puedo detenerme a aguardarte; estoy sentado
a la vera del camino y no me puedes alcanzar. Esta hermosa mancha sobre mi
pecho es el sangrado de lo sublime expuesto por mi ansiedad. He probado ya del
sabor de su néctar, por ello mi cabeza cayó desparramando mi pensar. Ahora mis
ideas ruedan más a prisa y tú vas quedando atrás ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre,
TIEMPO! Aunque no atestiguarás este placer divino. Sigo sentado, mas no te
puedo esperar. Tengo asido el cuerpecito de mi Reina, hurgo en ella cada
pliegue de su piel, sorbí de su tibieza a tu desdén ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre,
TIEMPO! Que del níveo vestido de boda ya se despojó, y al cerrar aquella puerta
imaginaria, sólo estaremos ella y yo. Y tú deberás pasar de largo… pues fue EL
GRAN ORDEN quien anunció que esto pasara y tú, TIEMPO… no sabes nada del AMOR…