¿Pretendes arrebatarme la luz?
¿Pretendes sembrar en mí el temor a tropezar con mi propia
cola?
No me pidas que sea sensato para atraer afectos.
Déjame seguir siendo el licántropo incapacitado para mirar
hacia atrás.
Sólo aspiro a ser el animal de siempre. No quiero ser un
simpático santo.
Déjame abandonar este estado de neurosis y temores.
No me pidas que sea coherente… no deseo convivir con mis
herencias.
No siempre dos manos son suficientes para escribir una
historia, pero sí es cierto que una basta para borrarla.
Quiero continuar siendo el lobo que deambula rebuscando la
nada.
No estoy dispuesto a seguir cargando culpas ajenas sumadas a
las mías.
Déjame devorar mis caramelos envenenados.
No me pidas que sea coherente… no deseo convivir con mis
herencias.
No siempre que se apuñala a un ángel se mata su aletear. Hay
veces que su magia vuelve bajo una tupida pelambrera gris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario